jueves, 10 de abril de 2008

Cinco bichos pegados



El juez federal Arnaldo Corazza ordenó las detenciones de cinco ex policías, de los cuales ya logró apresar a tres, que actuaron en los centros clandestinos de detención que funcionaron durante la última dictadura en la Brigada de Investigaciones de La Plata y en el Destacamento de Arana.
Carlos Vercellone, Fernando Svedas y Julio César Argüello (foto) fueron detenidos por la DDI de La Plata entre ayer y anteayer e indagados por el juez Corazza. En tanto, continúa la búsqueda de otros dos integrantes de un grupo de tareas, cuyos nombres no se revelan para evitar que con ello se favorezca su escape, a pesar de que a este blog le consta que están alertados porque los cinco tienen los mismos abogados.
Las detenciones habían sido solicitadas por el fiscal Sergio Franco en distintas ampliaciones del requerimiento de instrucción presentadas en julio, septiembre y octubre del año pasado.
Vercellone, hoy de 65 años, era oficial principal de la Dirección de Investigaciones y de la Brigada platense y fue sindicado como uno de los interrogadores del centro clandestino del Destacamento de Arana por el fallecido policía Jorge Omar Rodríguez, quien en 1998 al declarar en el Juicio por la Verdad reconoció haber sido guardia de aquel campo de concentración. Rodríguez fue contundente ante los jueces de la Cámara Federal: "Les voy a dar concretamente un nombre. Pienso que para que ustedes establezcan la verdad yo tengo que ser preciso, y si a lo mejor digo cosas sin estar totalmente seguro a ustedes no les sirve y ustedes, de esa forma van a tomar caminos equivocados. Por esto, les digo, no quiero ser responsable. Voy a colaborar en la medida de lo que sepa certeramente para que ustedes puedan tomar el camino correcto y puedan establecer cosas precisas. Se trataba concretamente de un oficial que en algunas oportunidades trabajaba con [el lobo, Luis Héctor] Vides. Hoy en día se retiró como comisario mayor y en aquella oportunidad era comisario principal. Se llamaba Carlos Vercellone, y es el único nombre que les puedo dar con absoluta certeza" (sic).
Pero además en el legajo de Vercellone brillan dos felicitaciones de noviembre de 1976 por "eliminar" y "erradicar" de la sociedad "elementos extremadamente peligrosos". Y, para desgracia del otrora oficial y hoy conocido abogado platense, el chofer de Miguel Etchecolatz, Hugo Guallama, lo sindicó como uno de los iniciadores del operativo en la casa Mariani Teruggi y el propio Etchecolatz lo recordó en una declaración indagatoria de la década del '80 en la causa Camps como uno de los efectivos a sus órdenes.
Esto es lo que se dice haber quedado pegado.
Fernando Svedas, en tanto, fue durante 1977 el segundo jefe de la Brigada de Investigaciones de La Plata y quedó pegado en la causa como autor mediato de los secuestros y torturas de las personas que permanecieron en los centros clandestinos que funcionaron allí y en el Destacamento de Arana.
Argüello, hoy de 61 años, venía zafando desde hace casi seis años en otra causa gracias a una maniobra dilatoria de su defensa de la que se habían hecho eco las justicias federales platense y porteña. Él y los dos policías que aún siguen prófugos integraban un grupo de tareas que secuestró al poeta Daniel Favero y a su pareja María Paula Álvarez, según quedó asentado en un expediente de la justicia militar. Hoy no están buscados por esos hechos (la causa duerme en el limbo judicial), sino por varias decenas de casos porque, según el fiscal Franco, "los elementos reunidos hasta el presente son suficientes para tener por acreditado prima facie la participación de los imputados en grupos policiales de intervención directa en la represión ilegal y, como tales, no sólo formaron parte sino que además aportaron al fortalecimiento y funcionamiento de la estructura del terrorismo de Estado".

(Foto de Francisco Martínez)


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